Foto: Julio Camarillo

 

DOS MANOS

Con dos manos podemos alimentar,
acunar, sostener, curar,
alumbrar refugio, ofrecer el baile de las caricias,
desanudar las hebras de daño o de soberbia
que se han trenzado en el pelaje.

Pero hay quienes eligen con las manos
sostener una escopeta
y echar cerrojos
y colocar una horca alrededor del cuello.

Ellos levantan con carcasas de huesos,
redes de osamentas y pellejos tiznados de carcajadas
una escalera para situarse por encima
del resto de animales.
Se encaraman allí
para que les ilumine
la respiración de las detonaciones,
el sanguinolento
humo de la arrogancia.

Sus dos manos
son dos nudos herrumbrosos de odio,
dos gargantas asfaltadas y mudas.

No es el escozor de los estómagos
ni la aspereza de los paladares, lo sabemos,
lo que acciona sus gatillos,
sino la ostentación de la crueldad,
la exhibición de poder de saberse asesinos;
aquellos que necesitan ostentar el control
de la línea de la vida de los otros
para encontrar su hueco en este escaparate de cadáveres
que trata de marcarnos los días.

Tienen esquirlas de odio en los pulmones.
Por eso rasgan el aire y parten
el oxígeno cuando silban,
cuando se jactan de su puntería,
de su vestido de pólvora,
del frío que dejan tras sus pasos en los matorrales.

Por eso, con nuestras dos manos,
desenrollamos esta pancarta,
pintamos esta consigna,
entrelazamos entre los dedos
la empatía y el amor,
y gritamos:

¡No a la caza!

Alberto García-Teresa


SOBRE EL AUTOR

Alberto García-Teresa (Madrid, 1980)

Antiespecista, vegano, es doctor en Filología Hispánica, poeta, analista y antólogo de la poesía social y crítica contemporánea, con ensayos como Poesía de la conciencia crítica.

Es autor de diversos poemarios, como Hay que comerse el mundo a dentelladas (2008), A pesar del muro, la hiedra (2017) o Cuando dejamos atrás lo posible (2022), entre otros libros. Es también editor de la Antología de poemas sobre animales Hijos del viento.

Además, dos libros de microrrelatos, varios libros de estudios sobre poesía y numerosas antologías.

Poemas y ensayos suyos han sido traducidos al esperanto, al inglés, al francés, al serbio, al rumano, al búlgaro, al bengalí y al macedonio.

Es fácil encontrar a Alberto García-Teresa en presentaciones de libros o recitales acompañado de Eddie, su compañero de cuatro patas. Alberto, al igual que nosotras, que nosotros, quiere un mundo donde los animales no sean víctimas de la caza. Donde puedan ser libres y no vivir a expensas de gente que los usa como si fueran objetos.

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