Ilustración: Luiso García

PERROS ESCLAVOS

De las entrañas del valle llegan cada tarde ladridos lastimeros, escondidos en el viento, que atraviesan el pecho y acuchillan el alma.

Luego se transforman en aullidos infinitos, que compiten por llevar su soledad al más recóndito rincón de la sierra.

La oscuridad de la noche los va apagando, y los devuelve a sus sombrías cárceles de sed, de hambre y hedor a muerte. Regresan a las gargantas secas de los cuerpos doloridos.

Allá, los perros esclavos, ateridos de frío, intentan en vano confortarse con su propio aliento, mientras sus escuálidos cuerpos forman ovillos sobre el duro suelo para resistir otra noche.

En esa quietud engendrarán nuevos lamentos y tristezas, que escaparán de sus gargantas al siguiente amanecer.

Tan solo un mugriento muro separa a los esclavos del olor de las jaras y los tomillos, del sol y la luna, del aire puro, el cielo azul, la hierba, la belleza…

Pero sus carceleros decidieron negarles todo. Tan solo les conceden unas migajas de libertad cuando obedecen y se someten a sus criminales propósitos: la persecución y muerte de otros inocentes.

Ellos, los perros prisioneros, esclavos, sueñan cada noche, estremecidos, con esas gotas de libertad. Se aferran a ese recuerdo, añoran el abrazo de las retamas cuando corren por los senderos, sueñan con pisar de nuevo la tierra y el musgo, con beber del agua fresca del río, extasiarse con los mil aromas del monte. Y cuando así pueden hacerlo, intentan atrapar el tiempo a dentelladas, sabedores de que esa ilusión se desvanecerá con la llamada de su carcelero, para volver de nuevo a sus pestilentes zulos.

Y allí volverán a lamer sus heridas nuevas, de nuevo buscarán consuelo en su propio aliento, y volverán a soñar, envueltos en soledad, con esa ilusión de libertad. Es lo único que poseen, ese recuerdo.

Seguirán ladrando, llenando amaneceres y atardeceres de tristes aullidos, ajenos al oscuro destino que sus amos, los cazadores, ya han escrito con sangre para ellos.

Tano Ros


SOBRE EL AUTOR

Tano Ros
Antropólogo, progresista, antiespecista, vegano, activista por los derechos de los animales, adicto a la evolución.
INSTAGRAM: @tanorosvegan